sábado, 12 de junio de 2010
Timmy Turner
A Timmy Turner le gusta caminar siempre hacia una dirección, si lo giras él regresa las patas al lugar anterior. Después de dos meses de ceguera Timmy abrió los ojos y decidió no cerrarlos nunca más, bueno eso decidió, pero olvidó que debe dormir bajo el agua de vez en cuando. A Timmy no le gusta la pecera, no, no es que le guste el oficio de limpia vidrios, él quiere una puerta para salir a pasear y algunas ventanitas para asomar su cuello largo de tortuga. Claro, había olvidado decir que Timmy Turner es una tortuga y no sólo una tortuga, es la tortuga de Carlos, mi hermano. Cuando llego de visita me gusta sujetarlo entre mi mano e imaginar que vuela; por supuesto que vuela aunque debe de hacerlo de noche cuando todos duermen, y luego lo miro caminar rápido, rápido, mientras le grito a Tache –la gata- que Timmy no es comida, que a la familia no se le come. Después lo alimento, le encantan las tortuguetas y puede comer un montón de esas bolitas flotantes, pero como su apetito es tan grande como él no desprecia a la lechuga y al jitomate. Timmy Turner crece tres centímetros por día y mira a la Luna por la ventana todas las noches. A veces se siente triste a pesar de los cariños en su cabecita, pero otras está feliz de ser una tortuga y tener un nombre tan sofisticado.
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