viernes, 26 de febrero de 2010

H.e.a.r.t


Si mi corazón pendiera como el que adorna la esquina y girara como un péndulo cuando le hicieran preguntas y se golpeara contra las paredes cuando se sintiera abrumado y se cuarteara cuando algo le doliera, mi corazón no sería más que pedazos de cristal verde amontonados en la esquina que antes adornaba.
Qué difícil es perdonar cuando sabiendo de la fragilidad de tu corazón lo laceran hasta no poder. “No sé, porque eras muy buena”, me dijo, casi sin pensarlo, como respuesta a mi pregunta: "¿por qué eras así conmigo?" "¡Ah!" Creo que fue lo que pronuncié y después de “me dio gusto saludarte” colgué el teléfono. Tantas veces intenté descifrar su crueldad hacia mí, quería que hubiera un motivo, algo que me ayudara a mantenerme lejos, una barrera real. Quería cualquier cosa que me convenciera de ya no quererlo. No sé si lo he perdonado, se podrá, podré. Me he perdonado a mí misma. Y su respuesta me hizo comprender que creí estar o estuve enamorada de un idiota.
Nota: María decía que todas tenemos por lo menos un patán en nuestra vida, sin duda, él fue el mío.

lunes, 22 de febrero de 2010


http://www.ceciliamortola.com.ar/cuadros/2004/laberintodepeces.jpg

Pez

De la segunda pesadilla:
Tierra y raíces aumentaban hasta dejar la pecera sin agua, los peces se asfixiaban, sólo veía a Blue intentando respirar entre el lodo. A llevaba la pecera al baño para salvarlos, salían lombrices. Yo veía a algunos mollys anaranjados detrás de un mueble y al moverlo sólo más lodo, lombrices y sanguijuelas; también bajo la cama. Lloraba aún por la pesadilla anterior, porque no se esfumó con ésta, y A no me quería hablar. Blue con las escamas secas sobre el piso, no muere, pero una de sus aletas azul tornasol se quiebra y cae al fondo del rectángulo de cristal.
Esa sensación horrible de tener algo sobre el brazo, ¿una sanguijuela?, ¿una lombriz? No sé, y él no me hace caso…
Otro ambiente y gente desconocida, pero continúan. Peceras quebradas.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Turtles and fishes



Volví a tener pesadillas con tortugas, quería intentar tener una real, pequeña y verde, para ver si podía superar el sentimiento, pero por ahora creo que no. Aún me asustan y entristecen. A ellas y a los peces es mejor mantenerlos lejos por algún tiempo. Después de que enterré a Blue, mi beta azul, en la maceta de la cuna de Moisés que tengo en la sala empecé a regalar las peceras…
De niña llegué a tener alrededor de 100 peces, la mayoría eran charales, pero a mí me gustaban, me parecían bonitos. Sin embargo, era terrible cuando alguno saltaba en su anhelo de pez libre y se encontraba con el cemento.
No pude más después de dejar morir al pececito anaranjado, esa imagen es muy dura todavía, a pesar de que la psicóloga decía que era sólo una niña pequeña y era responsabilidad de mis padres y no debía culparme y menos ellos -mi padre-. Recuerdo su mirada dura.

martes, 16 de febrero de 2010

Oz

Tal vez sobre el arcoiris o después del umbral de aquella puerta.
Será Ciudad Esmeralda o el país de las maravillas...


viernes, 5 de febrero de 2010

B. J.


“Todas tenemos algo de Bridget Jones”, me dijo C cuando le comenté que quería presentarle a otra de mis amigas que es “igualita” a B.J. Y hoy por la mañana descubrí que me sale lo Bridget cada que me enfrento a una entrevista de trabajo o cuando algo o alguien me parece estúpido o nada más porque sí, porque así soy (eso dicen quienes me conocen). Entonces, mi lengua adquiere el control y se desenrolla como serpentina soplada; en este punto no hay quien la pare, ya después viene el “¡qué dije!”, eso en el mejor de los casos , porque a veces ni lo noto. Como sea, cada que veo a Réene Zellweger regordeta y en minifalda me hace sonreír. No sé si todas llevamos a una Bridget Jones adentro, pero la mía que se quede, claro, bajo ciertas reservas…

miércoles, 3 de febrero de 2010

martes, 2 de febrero de 2010

Classics

All you need is love”. Tarde de clásicos (más de The Beatles) para intentar relajar los músculos y los pensamientos (Stairway to heaven Led Zeppelin-). Me duelen de la rabia de esta mañana con el banco, más la acumulada cuando descubrí que mi cuenta había quedado vacía (hace tres días). "We are the champions " –Queen-.¡Ja!
Save me”, también ayer en la clase de yoga mientras sentía que las rodillas y músculos se rompían, fueron los minutos más largos de la hora; sin embargo, valió la pena cuando se trozó un poco aquello que en mí resulta prácticamente irrompible. “Yellow submarine”, más bien el auto blanco de Adriana, la instructora, sin Pec y Ethel babeándome y peleando por el lugar del copiloto. Me encantan sus caritas y sus lenguas pegadas al cristal, en espera.
En fin, son casi las 5:00 de la tarde y el frío está muy bueno (Love me two times The Doors-) y también la coca bien muerta, como decía el tío cuando me mandaba a la tienda y yo no entendía a qué se refería (Let it be). Y nunca le acepté, por pena, el gusaluz que quería tanto en cada cumpleaños.
I want to break free”. Y después un café o un té.
Del itinerario de mañana: Universidad Pedagógica, C.U., y periódico.
“Imagine”.