domingo, 9 de mayo de 2010

Será

Hace unos momentos el sol era implacable y ahora las nubes amenazan con caer, y mientras mi ropa blanca se revuelca entre el agua caliente y la espuma. En la mesa aún el café de la mañana y el azúcar mascabado y el café de la tarde con el que intentaba contener este sueño que hace que me pesen los ojos, como si estuvieran rellenos de bolitas plásticas, y que me piquen como si rodaran sobre pasto seco. El rocío del “sueño profundo” ha perdurado más de 24 horas y la esencia de rosas hace lo suyo. O, estoy enferma de sueño, serán algunos de los síntomas soñar despierta y dormitar de pie; roncar al intentar hablar; ser un sonámbulo despierto o un despierto dormido. Un hechizo de sueño o nada. Será el precio por intentar dormir un poco más.

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