Tengo nauseas del llanto matutino. Y después de mucho tiempo las uñas pintadas con barniz negro, antes era púrpura, rojo o azul, y hoy están de luto y quebradizas como siempre. Mientras intentaba trabajar, más bien pensaba en la lista de adjetivos calificativos que le voy a gritar al misógino-idiota del jefe, y espero tener la fuerza suficiente para hacerlo. Ya quiero que termine esto: renuncia, no renuncies, aguanta, defiéndete, no seas visceral, no es para tanto, sí lo es, después te vas a deprimir cuando no tengas trabajo, luego qué vas a hacer y blablabla. La cabeza me pesa de tanto pensar. Habrá algún método para no hacerlo: apagarte, desconectarte, olvidarte…
Está por llover y la lluvia casi siempre me cae bien, me refresca el ánimo; además, hoy hay sopa de verduras y pollo. La tarde pinta mejor
jueves, 8 de abril de 2010
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