miércoles, 14 de abril de 2010

Bonne nuit


Mis zapatitos de muñeca bailarina no resultaron los adecuados para este día: me caí en las escaleras del puente peatonal, más bien me deslicé como niña de tobogán, y los tobillos gritan por que vaya a la cama. Sólo faltó que lloviera y entonces sí, en lugar de zapatitos habrían sido sólo trapitos escurridos. Me empiezo a sentir más fuerte y entera, y claro que aquí los zapatos no tienen nada que ver, no se si será la espirulina y los oligoelementos y el resto de chuches naturistas. Ya no estoy asustada. Espero el desquite, y ya después que pase lo que pase, no me importa, lo importante es que me he prometido no quedarme callada frente al cerdo teñido con taconcitos de taquero, y los que vengan sin importar su clasificación. En fin, muero de hambre y la cama es demasiado tentadora, será mejor pensar en cosas agradables antes de dormir. Mi gato ronronea sobre mis piernas y después se aleja, sé que quiere que apague el monitor y lo siga, a dónde, no sé… Buenas noches.

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